Notas del Diario de Miguelito: Día de colores, mapas y secretos
- Tania Estrada Morales

- 9 jun
- 2 Min. de lectura
Hoy Miguelito, el pelirrojo, se sentó con su terapeuta ocupacional y le dijo:
— Mis calcetines tienen estrellas porque así puedo soñar más alto.
Le mostró sus tarjetas de aprendizaje, esas que le ayudan a entender la geografía del mundo sin necesidad de tantas palabras. Luego, tomó el globo con su manita y juntos giraron la "pelota mundo".

Viajaron a las islas Lofoten, un lugar que parece inventado por alguien que ama los silencios.
Después, abrieron su caja mágica de colores. Había crayones, dibujitos, post-its, y la compañía especial del "sacudidor de emociones", ese muñequito con cara sonriente que siempre le hace reír.
— El no barre polvo… barre enojos — dijo Miguelito, muy convencido.
Hoy aprendieron que uno puede estar triste y contento al mismo tiempo.
Y que eso también es poesía.
Miguelito escribe estas líneas en su diario, para recordarse a sí mismo que lo que tiene no es un problema, es un mapa secreto, lleno de caminos que aún está descubriendo.
Conclusiones del Taller
Miguelito, el pelirrojo, le da clases a su sacudidor de emociones, así sus emociones no se le desordenen tanto por dentro. A veces se ríen, a veces se esconden, pero él ya aprendió que, con paciencia y práctica, pueden entenderse mejor.
Usa sus tarjetas mágicas — las que construyó con su terapeuta ocupacional — como si fueran mapas de su propio mundo. Dice que quiere poner a prueba eso de las neuronas espejo, para mirar con ternura lo que sienten los demás, y también lo que él guarda tan profundo.
Después ayuda en el jardín. Riega las plantas como si las palabras que no puede escribir del todo se convirtieran en hojas y flores. Y cuando cae la tarde, se queda quieto, dejando que el viento le diga con esperanza que la naturaleza es el sustento de todos", "la fuente de recursos”.
Pero nunca, nunca se va a dormir sin escribir unas letras en su diario, aunque algunas se le escapen o cambie el singular por el plural…
En esas letras desordenadas vive su poesía, puede parecer perdido en su tiempo… pero en realidad, está inventando uno nuevo.
Talleres Laberintos de Miguelito



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